Los intercambiadores geotérmicos verticales se componen por sondas de polietileno de alta densidad (PEHD) en U simple o en U doble, situadas en el interior de los pozos de profundidad variable entre 100 y 150m y macizados por un mortero silíceo que potencia la conductividad de calor del subsuelo.
Al haber una mayor transferencia de calor por metro lineal de sonda se requiere poca superficie y menos longitud de tubo para su instalación. Obtendremos un rendimiento (COP) constante durante todo el invierno. En verano podemos refrescar pasivamente, es decir, tan solo haciendo circula el fluido por las perforaciones sin necesidad de actual el compresor.
Son sistemas de captación más caros por la necesidad de realizar perforaciones, pero a 15 m de profundidad la temperatura es prácticamente constante durante todo el año (según su localización entre los 10 y 15ºC), por lo que el consumo de la bomba de calor es más estable.
Los intercambiadores geotérmicos horizontales consisten en sondas de polietileno de alta densidad o polietileno reticulado (PE-X) que forman circuitos a una profundidad de entre 1,2 y 1,5 m, separados entre 30 y 80 cm.
Se necesita una mayor longitud de tubería así como una mayor superficie de terreno para su colocación.
La temperatura del terreno a esta profundidad varía en función de las condiciones climáticas repercutiendo susceptiblemente en el rendimiento. Hay que tener presente que el terreno no puede ser pavimentado puesto que se evitaría la insolación y el agua de lluvia no drenaría impidiendo la regeneración del subsuelo.
Costes de ejecución menores al no ser necesarias las perforaciones